Borja Santos, CEO de Full and Fast, conocía muy bien el sector el coche eléctrico y las resistencias del mercado a su expansión. Por eso, desde hacía tiempo venía pensando en un método para la carga o suministro rápido y en cualquier lugar.
El objetivo era «flexibilizar el acceso a la electricidad», indica este joven empresario, sobre todo, de los coches eléctricos, y con un método sostenible… Un primer modelo de producto fue desechado, pero el siguiente le aportó el impulso para continuar. Junto a su compañero de ideas se presentaron a un hackaton que ganaron, pero tenían que constituirse en empresa y decidir si seguían el camino de los emprendedores. Lo hicieron en 2017, «aunque continué con mi trabajo hasta que se incorporó su nuevo socio, Pablo Suárez. Fue ahí cuando decidimos volcarnos por completo en el proyecto», confirma Borja, quien recuerda que fue una decisión importante.
Pensaron mucho antes de encontrar el gap en el mercado, validaron el producto sobre el terreno y comprobaron que había interés. Fue entonces cuando vieron todas las posibilidades abiertas y en múltiples sectores, no solo el de los vehículos eléctricos. Su meta era competir en costes con los grupos electrógenos. El proyecto cogía fuerza y junto a un tercer socio, catedrático de la Universidad de Málaga, consiguieron subvenciones e invirtieron todos sus ahorros con los que resistieron un año y medio. Gracias también a las ayudas, lograron añadir socios a la empresa.
Llegar a La Nave fue crucial para Full and Fast. “Visibilidad, exposición, contactos y networking, formación en negocios, comunicación, comercialización, definición de producto…, hemos aprendido y ganado mucho aquí”, confirma Borja. Su aprendizaje durante el programa de aceleración del espacio de innovación municipal les ha propulsado en 2022. Ahora, Borja asegura que muchas grandes y medianas empresas muy conocidas y de todo tipo se interesan por su negocio.
Y hay un elemento más innovador en este proyecto. Borja y sus socios quisieron cuidar desde el principio su equipo. Por ello, apenas pudieron contrataron a una coach, la cuarta parte del grupo, para ayudares en la gestión emocional. «Todos los viernes conversamos sobre lo vivido esa semana para poder mantener una sana relación personal y laboral libre de posibles obstáculos y problemas…», concluye Borja, orgulloso de esta decisión que tomaron al inicio.