La inteligencia artificial (IA), incluyendo el aprendizaje automático y la IA generativa, está revolucionando el panorama de las inversiones. Desde las plantas de producción hasta las instituciones financieras, la IA se está adoptando rápidamente, creando oportunidades y riesgos sin precedentes. Para mantenerse al día, los inversores deben no solo comprender cómo funciona la IA, sino también mitigar sus riesgos, especialmente los de la IA generativa.
Adoptar principios de IA responsable significa garantizar que la IA sea válida, confiable, segura, justa, protegida, resiliente, responsable, transparente, explicable e interpretable. Esto es crucial en un entorno de rápido desarrollo tecnológico y regulatorio. El «Manual de IA Responsable para Inversores», del Foro Económico Mundial y el CPP Investments Insights Institute, ofrece herramientas y enfoques prácticos para promover la IA responsable en inversiones directas y colaboraciones.
Aunque la IA ha avanzado durante décadas, su reciente adopción masiva plantea desafíos. Según una encuesta de McKinsey, el 65% de las organizaciones ya usa IA generativa. Sin embargo, solo el 15% de las grandes empresas estadounidenses tienen algún tipo de supervisión de la IA en sus juntas directivas, lo cual es preocupante para los inversores.
Una gobernanza adecuada de la IA equilibra la implementación competitiva y la mitigación de riesgos. También evita responsabilidades legales y fallas tecnológicas, como lo demuestra un estudio de BCG que encontró un 30% menos de fallos de IA en empresas que priorizan la IA responsable. Además, la IA responsable mejora la confianza del cliente y la reputación de la marca, impulsando ingresos y rentabilidad.
Tres Pasos para Empezar
- Desarrollar compromisos internos de ia responsable: Adquirir conocimientos sobre IA y definir principios de IA responsable en las operaciones internas.
- Realizar debida diligencia en la cartera: Evaluar cómo las empresas y socios inversores cumplen con los principios de IA responsable.
- Interactuar con el ecosistema: Colaborar con empresas, gestores externos y otros actores para maximizar el valor derivado de la IA.
Adoptar una IA responsable es esencial para mitigar riesgos y capitalizar oportunidades y asegurar que contribuya positivamente al desempeño corporativo y al desarrollo ético y sostenible.