Medea Mind nace en 2022, aunque sus fundadores llevaban ya varios años poniendo a punto la ciencia y la tecnología sobre la que se asienta la startup.
Sara Zangri, el alma de Medea Mind, es psicóloga e investigadora en este campo en la Universidad Complutense, donde ha realizado un doctorado con una beca del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Gracias a ello, pudo sumergirse por completo en el ecosistema innovador desde el área científica y conocer a uno de sus dos socios, también doctor en psicología e investigador, Pablo Rojo.
“Cuando ambos teníamos ya el proyecto de lo que sería la empresa, se unió Guillermo Rodríguez, experto en el área de negocios y así, en 2022, fundamos la startup”, relata Sara Zangri.
“Desde entonces, creamos distintas soluciones basadas en la ciencia y la tecnología para dar apoyo al sector de la salud mental pensando en los pacientes, que están en el centro de nuestras soluciones”, indica la CEO de Medea Mind. “Hemos dado una vuelta al enfoque que ha tenido la tecnología incluyendo en este centro también al profesional. Por tanto, nuestra tecnología da un apoyo basado en datos a la toma de decisiones de los profesionales con distintas soluciones”, subraya Zangri.
En palabras de su fundadora, Medea Mind es una empresa que combina ciencia y tecnología puntera al servicio del cuidado basado en la medición en salud mental. Miden los datos clave para que los profesionales puedan tomar decisiones informadas, tanto al inicio del tratamiento como durante su progreso agilizando y acortando en gran medida los tiempos en cada fase. Es decir, la reducción de tiempos durante todo el proceso clínico beneficia a paciente, profesional y sistema.
El equipo de Sara empezó creando un sistema de triaje basado en datos que ayuda a tener una visión mucho más rápida de las necesidades del paciente. La finalidad es reducir los tiempos de la evaluación clínica durante los diversos momentos de contacto paciente-profesional para aumentar el acceso a los servicios de la población. Las listas de espera son muy elevadas en el sector público y también en el privado.
“Ayudamos a personalizar el plan de tratamiento gracias a nuestra herramienta de evaluación validada en el área científica de psicometría”, indica Sara Zangri, quien añade que localizan “unas dianas muy concretas en los síntomas clínicos y subclínicos para que el profesional reciba reportes automatizados y rápidos. Desde el primer contacto del paciente con el profesional o la organización, enviamos una entrevista-cuestionario que recoge los predictores clave para determinar la sintomatología de esa persona”, afirma Sara.
La CEO de la startup insiste en que gracias al enfoque investigador del equipo han detectado la necesidad que había en el sector de transferencia científica del conocimiento a la práctica clínica con el paciente y los profesionales. Tras aportar esta solución al sistema de cribado, Medea Mind se concentró en buscar otras soluciones para otras etapas de las intervenciones terapéuticas.
“Tenemos distintos retos en salud mental – indica la fundadora de Medea Mind.- El primer desafío al que hacemos frente es la falta de eficacia de las intervenciones. También está el reto del abandono terapéutico.
El 40% de los pacientes abandona su tratamiento antes de finalizarlo, reduciendo así la eficacia de los esfuerzos del sistema sanitario y de los profesionales. En tercer lugar, las intervenciones no son accesibles. Hay listas de espera tan elevadas que los pacientes llegan con una cronificación de los síntomas que requieren tratamientos mucho más intensivos. Por último, está la frustración de los profesionales, que muchas veces no tienen herramientas para apoyar su labor fuera de la consulta, lo que significa que su capacidad asistencial es muy limitada”, concluye Sara Zangri.
El abandono terapéutico es uno de los frentes más importantes, confirma Sara, ya que viene causado por una suma de factores como escasa percepción del usuario o paciente de los avances que están teniendo la terapia, una falta de comunicación efectiva del profesional hacia su paciente del progreso del tratamiento, el hábito de inmediatez instalado hoy día en nuestra sociedad… Todo ello, impide en muchas ocasiones que la terapia concluya adecuadamente.
Y ahí vuelve a intervenir Medea Mind, midiendo y ofreciendo datos a lo largo de todo el recorrido terapéutico para que el paciente sea consciente de sus cambios y progresos, y ofreciendo al profesional herramientas científicas.
Herramientas útiles para obtener datos e información reales necesarios en la toma de decisiones en cada fase del proceso clínico con sus pacientes, como cuándo finalizar el tratamiento, cuándo pivotar o enviarlo a otro profesional, etc. En definitiva, es hacer más transparente la terapia, facilitando una comunicación paciente-terapeuta más fluida e informada para mejorar y agilizar los procesos clínicos.
“La acogida por parte de los psicólogos con los que hemos empezado a trabajar ha sido muy buena. Tuvimos un lanzamiento en colaboración con el Colegio de la Psicología de Madrid, en 2024”, recuerda Zangri. El hecho de ser una herramienta validada que sigue la regulación en materia de privacidad de datos y en el área de reglamentos para dispositivos software que utiliza IA, ha facilitado su aceptación por parte del colectivo profesional. Ahora, Medea Mind también está ampliando su uso al ámbito psiquiátrico.
Con esta solución, el profesional recopila constantemente información enviando cuestionarios al paciente. Por ello, ya durante el cribado, se reduce a la mitad los tiempos de gestión del paciente, y después, durante el tratamiento, justo cuando se registra la mayor tasa de abandono de los pacientes por no tener mucha información de su progreso, Medea Mind interviene cubriendo ese vacío y logrando que la terapia continúe gracias a la recopilación, análisis y envío de datos al profesional y al paciente.
De este modo, con los datos recopilados de antemano, el profesional puede centrarse más en la escucha activa de la persona y en establecer mejor el vínculo profesional-paciente.
Actualmente, colaboran con empresas aseguradoras a nivel nacional, con grandes clínicas en el área de de salud privada, y a nivel internacional tienen socios que proporcionan software para diversas utilidades. En breve estará presente en Italia y en Francia.
“Entramos a finales de 2024 en el ecosistema de Madrid Innovation, en iLAB en concreto. Solicitamos acceder por la necesidad de tener un vínculo más cercano con el Ayuntamiento de Madrid y darnos a conocer, ya que somos una startup nacida en Madrid.
Estar en iLAB nos ha proporcionado algo muy importante como startup, que es disponer de un lugar de trabajo donde además hay otra startups con las que hemos podido generar contactos decisivos, construir un gran networking, hemos recibido formaciones, charlas que nos han ayudado a solucionar problemas y necesidades que teníamos de forma urgente… Un lugar de trabajo aunque parte de nuestro equipo trabaja en remoto desde otros lugares.
“El Networking para los emprendedores es clave. Y a nosotros nos ha servido mucho el creado en iLAB y en el ecosistema Madrid Innovation. Además de la primera ayuda recibida por nuestros padres, la formación, charlas y la participación y visibilidad en eventos como, por ejemplo, el 4YFN, al que asistimos gracias a Madrid Innovation, nos ha dado mucha visibilidad como empresa y también nos ha conectado con actores del ecosistema como pueden ser financiadores, agentes del área de salud pública, etc”, indica Sara Zangri. La fundadora de Medea Mind añade que su objetivo es que su tecnología esté a disposición de los ciudadanos dentro del sistema de salud pública y “evidentemente, formar parte también de este ecosistema nos ayuda en ese objetivo”, concluye Zangri.
Por ahora, están empezando por el área de salud privada para tener los datos iniciales de validación de impacto de su herramienta para trasladarlos después validados al sistema público.
Como otras emprendedoras y emprendedores, Sara reconoce que el equipo es lo principal en una startup. De los 3 fundadores iniciales, han pasado a 6 personas en Medea Mind para cubrir todas las áreas tecnológicas.
Medea Mind comenzó autofinanciándose, pero también ha logrado una ayuda para empresas innovadoras del Ministerio de Comercio de Economía, Comercio y Empresa para desarrollar un sistema de algoritmos para emparejar pacientes y profesionales junto con una rede clínicas. Además, ha ganado premios como el de Santander universidades, el del centro de emprendimiento de la Universidad Complutense y también premios de innovación de impacto social.
Sara Zangri señala que “autofinanciarnos nos ha permitido definir las demandas del mercado y escuchar las necesidades reales de nuestros clientes. Queremos demostrar a los inversores que realmente hay una demanda para este tipo de tecnología y que nuestra tecnología está dando respuesta a las necesidades del mercado. Antes de tres años abriremos nuestra primera ronda para internacionalizarnos”, subraya Sara.
Nuestro sueño y misión como empresa es que la terapia psicológica mental que esté basada en datos en todos los entornos sanitarios, poder ser de ayuda al sistema de salud pública, a nivel nacional e internacional, porque hay mucha necesidad. Aliviar la carga de los profesionales que eliminen las largas listas de esperas de 6 meses en los mejores casos y que durante las intervenciones los tratamientos, los profesionales tengan tiempo de poder atender al paciente como se merece.